Este motete se aplica a los que esperan algo y, no lo se lo otorgan, o no lo puede realizar.
La mayoría de estudiosos coinciden en que la génesis de esta frase, que viene desde Valencia, se remonta a los tiempos en que la ciudad del Turia estaba amurallada y al ponerse el sol se cerraban las puertas por mor de malas gentes o disturbios.
Aquellos que no entraban en su momento se quedaban fuera y no les quedaba mas remedio que pernoctar extramuros bajo la luna de esa preciosa ciudad... a la luna de Valencia esperando su apertura
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